El barrio (o el distrito, según se mire) de la Caridad

Desde principios del pasado mes de diciembre hasta el día 16 del actual mes de febrero Europa Sur ha venido publicando, por entregas, un muy bien documentado trabajo de diez capítulos obra del doctor en Historia Carlos Gómez de Avellaneda, presidente de la Sección Segunda (de Patrimonio) del IECG, sobre el desarrollo urbano de la parte baja del que, en el planeamiento urbanístico actual, se denomina casco histórico de la ciudad. El relato – trufado hasta en tres ocasiones con comentarios del doctor en Matemáticas Alberto Pérez de Vargas, catedrático de la Universidad Complutense durante algo más de treinta años – es fruto del esfuerzo de Gómez de Avellaneda por hacer accesible a los lectores los resultados del arduo trabajo realizado para escribir, y defender con éxito, las más de 500 páginas (556 exactamente) de su, a mi entender sobresaliente, tesis doctoral: Algeciras, su evolución urbana y planeamiento urbanístico de la antigüedad al siglo XVIII, publicada en 2015, disponible en este enlace.
En esta versión reducida de su tesis destaca sobremanera la frecuencia con que se menciona al Barrio de la Caridad (en más de 30 ocasiones), en tanto que en el texto original no aparece ninguna y las pocas veces (solo cuatro) que lo hace es asociada a Hospital (en tres ocasiones) y a Plaza (solo una).

Calle Cayetano del Toro (antes Alameda), “revitalizada” (Google Earth, Agosto de 2022)

Las intervenciones de Pérez de Vargas han tenido que ver, en esencia, con su interés en poner de manifiesto la desmesura que supone considerar como Barrio de La Caridad a más de la mitad del casco histórico de nuestra ciudad, dando soporte “académico” – a posteriori – a la petición de subvenciones millonarias a Europa para la revitalización del barrio de la Caridad, presentada por el gobierno municipal, faltando a la verdad.
Yo, que participo de la opinión de Alberto, le conté al alcalde mi parecer al respecto, públicamente, hace casi dos años y medio, en el diario digital Algeciras al Minuto (que incluyo ahora en una nueva entrada del blog).
También – historiador aficionado, que conservo la ilusión de escribir algún día la verdadera historia de nuestra ciudad en el siglo XX – tengo notas tomadas sobre el asunto que evidencian que, pese a lo que opina Alberto, la Caridad fue barrio y fue distrito. Entre mis notas tengo las de algunos acuerdos de pleno del Ayuntamiento, entre 1900 y 1965, en los que consta (cito textualmente):
  • En el de 5 de enero de 1906: “Se nombran alcaldes de barrio para los de La Merced, Pósito, Caridad y S. Isidro”.
  • En el de 29 de junio de 1917: “El Alcalde nombra nuevos alcaldes de Barrio para los distritos de la Merced, Pósito, Caridad y San Isidro”.
  • En el de 22 de abril de 1931: “Se nombran alcaldes de barrio: de la Merced, Claudio Ll.; del Pósito, Antonio R. P.; de la Caridad, Rafael T. L; y de San Isidro, Joaquín P.O.”.
A partir del pleno de 6 de febrero de 1949 (y, sucesivamente, en los plenos celebrados en febrero de 1952, 1958 y 1961) el alcalde nombra Tenientes de Alcalde para cada uno de los mismos cuatro distritos.
Como no podía ser de otra manera, fuese barrio o distrito, la Caridad siempre tuvo un ámbito y un poblamiento similares a los del resto, condicionados por la ley Municipal de 1870, que exigía que “los distritos en que se divida cada término serán próximamente iguales en número de habitantes”. De acuerdo con ello, en el pleno celebrado el 15 de marzo de 1931, “se da conocimiento al Pleno del certificado del censo […] que ha de tomarse como base para definir el nº de concejales a elegir en las próximas elecciones municipales (precisamente las del 14 de abril) que es de 20.822 habitantes de derecho y 21284 de hecho, por lo que corresponde elegir a 23 concejales. Los concejales a elegir en cada colegio serán proporcionales al número de electores que son, en el de la Merced 1095, en el del Pósito 892, en el de la Caridad 1417 y en el de San Isidro 1556”.

Calle Tarifa, pendiente de “revitalización”. Imagen de Google Earth, Noviembre de 2018
(A la izquierda de la imagen, aparece el solar de Almacenes Mérida, abandonado desde 2007. A la derecha otro solar, en este caso el del nº 20, elemento del catálogo de edificios de valor ambiental del PGOUA de 1991)

La Caridad, pues, era el segundo distrito por número de electores y el de menor superficie de los cuatro, extendiéndose desde la margen izquierda del río de la Miel, al sur, hasta la calle General Castaños, al norte, y desde las calles Cristóbal Colón y Duque de Almodóvar, al este, hasta el Secano, al oeste, incluyendo en su trama buena parte de las calles Teniente Miranda, Juan Morrison y Emilio Castelar y, al completo, no solo la plaza de la iglesia, la calle Tarifa y los Callejones sino también las calles Escopeteros, San Juan, Las Huertas y Catana. No se extendía, en modo alguno, “desde la plaza de la iglesia y la calle Tarifa hasta los Callejones y poco más”, como afirma Alberto.
Dicho todo lo cual, no estaría mal – mejor, estaría bien – que ellos y yo y todos los que hayan tenido noticias del asunto hiciéramos al Pleno del Ayuntamiento la pregunta del millón (de euros): ¿Cuánto, cuando, donde y en qué, se han empleado los fondos europeos recibidos de Europa para lograr “la revitalización del Barrio de la Caridad”?

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