Del Lago Marítimo a la Banda del Río (I)
Entre la desembocadura del río Palmones —al norte— y Punta Carnero —al sur— vertieron sus aguas a la Bahía de Algeciras, desde tiempo inmemorial, ríos y arroyos. No menos de siete: cinco arroyos (Tejarillo, Tejar, Los Ladrillos, Saladillo y Lobo) y dos ríos (Miel y Pícaro). Todos, a medida que la urbanización del territorio lo fue demandando, acabaron siendo sumideros de aguas residuales.
Por el cauce del arroyo del Tejarillo circularon durante años las aguas de lluvia y las urbanas, procedentes de la vertiente norte de los altos de la Granja, camino de la planta municipal de tratamiento de aguas residuales —demolida hace años— existente en la pequeña playa de la Concha, al sur de la playa del Rinconcillo, asiento hoy del estribo de tierra del puente del acceso norte al puerto de Algeciras.
La calzada de la calle Jacinto Benavente cubre el cauce del arroyo del Tejar, que recogía las escorrentías de la vertiente sur de los altos de la Granja y las de los cerros de San Bernabé y, también, las aguas residuales de las nuevas barriadas nacidas al norte del Casco Histórico, vertidas sin depurar en el extremo norte de la playa de Los Ladrillos.
Fig. 1. Playa de los Ladrillos (c. 1974). Postal de la época.
A finales de los años sesenta del pasado siglo, convertido el cauce del río de la Miel en cloaca máxima, el arroyo de los Ladrillos prestó el suyo a las aguas del río y, con ellas, a los vertidos de las aguas residuales de la población ribereña, desde Pajarete al extremo sur de la playa de su nombre. Como no podía ser de otro modo, los lodos combinados del arroyo del Tejar y los del río de la Miel desviado continuaron contaminando las aguas de la ensenada norte del puerto de Algeciras, rebautizada ahora como Lago Marítimo.
El crecimiento desmesurado del puerto empezó a estancar el agua, a debilitar su potencial regenerador. “Enferma, agonizante, apestando a muerte, olvidada, la playa fue enterrada para satisfacción de unos, para alivio de otros, y para pesar de unos pocos” (Europa Sur, 28-10-1994).
Medio siglo después la prensa informaba de que el Ayuntamiento de Algeciras, como paso previo “de un gran proyecto de regeneración y recuperación de […] la playa y el Lago Marítimo”, pretendía sanear el punto de vertido de aguas residuales situado en la antigua playa de Los Ladrillos mediante la eliminación de todas las conexiones ilegales realizadas a lo largo del trazado del desvío - desde su construcción cincuenta años atrás – y la retirada de las “más de 3000 toneladas de sedimentos y lodos, acumuladas en la represa situada bajo el colegio Los Alcornocales y la UNED”, para conseguir limpiar todo el cauce del río y que el agua de lluvia que recogiese el encauzamiento llegase limpia a la bahía, antes de proceder a construir el paseo proyectado a nivel del mar por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA).
Fig. 2. Playa de los Ladrillos (¿2030?)
En la sesión ordinaria celebrada el pasado 20 de diciembre, el Pleno Municipal acordó aprobar el convenio, entre el Ayuntamiento y la APBA, para el desarrollo del proyecto integral denominado “Lago Marítimo” —conforme a lo acordado por ambos en el protocolo firmado el 14 de febrero de 2020 con la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio— que ni regeneraba ni recuperaba la playa de los Ladrillos. Cementaba, eso sí, todo el borde litoral entre la desembocadura del Río de la Miel y la playa de la Concha.
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